Hay claros indicios de que la epidemia de gripe, fundamentalmente gripe A, está llegando a Catalunya, y se espera que en 3-4 semanas se llegue al máximo. Es de esperar que no lleguemos a los 7 millones de muertes en todo el mundo que decía la OMS, que podría producirse. Si sus previsiones fueran correctas ya habría más de 2 millones de muertes a estas alturas. Más bien parece que la OMS utiliza el mismo método que los partidos políticos a la hora de contar manifestantes. O sea, donde caben dos pueden caber 200.000. Siguiendo la misma estela, aunque algo más realistas, los responsables de sanidad también han querido poner la venda antes de la herida, por aquello de no pillarse las manos.
A todo esto, los profesionales de la salud y los ciudadanos, estamos entre dos paranoias. Una la del régimen, que ha invertido muchísimo dinero en comprar fármacos para la gripe, que no tienen prácticamente ninguna eficacia, y vacunas contra la gripe A que no ha pasado los mínimos controles científicos. Son los mismos que nos machacan para que no recetemos fármacos que llevan menos de 2 años en el mercado. Algunos de ellos incluso se atreven a dar carnets de inmoralidad a los profesionales que no se vacunen (yo ya he pedido mi carnet). Enfrente los que propagan la teoría conspiranoica, la del virus propagado expresamente para que la industria farmacéutica gane dinero. Son menos y con menos poder; pero la red les permite hacerse oír, y yo me alegro de que puedan hacerlo porque tienen derecho a ello. El que por medio esté un personajillo del gobierno del infame Bush me da qué pensar.
Llevamos muchos años sin una gran pandemia de gripe, y si éste año llega, a pesar de todo lo dicho y hecho por el régimen, la sanidad catalana hará aguas. No parece que haya planes para reforzar las plantillas de atención primaria, que ya están al borde del ataque de nervios por la presión asistencial actual. Volveremos a oír las cantinelas de que no encuentran médicos, después que se han tomado todo su tiempo y energías en dejarlos marchar porque no encuentran aquí las mismas condiciones de trabajo que en otras autonomías o países. Ya han hecho sus planes virtuales, como de costumbre, y se quedarán en los folletos y las ruedas de prensa. Bla, bla, bla.
Sería fácil hacer demagogia y hablar del dinero que se llevaron los Felix Billet, Prenafetas y demás; pero es que aquí no pasa nada, así es que mejor que no diga nada; porque con ese dinero se podrían haber comprado muchas vacunas de la gripe A ó muchos Tamiflú, que hubieran revertido en acomodados bolsillos americanos... Prefiero el Oasis al Harlem, pero ¿no será posible otro mundo?.
"Pareciera que nuestros responsables sanitarios participaran en una carrera de planes de acción que más que efectos benéficos sobre la salud de la población buscaran la exculpación en el improbable caso de que la epidemia llegara a ser grave. Nos encontraríamos, pues, ante una suerte de sanidad defensiva: hagamos planes y, sobre todo, publicitémolos, no sea que luego se nos responsabilice de lo ocurrido por falta de previsión... El colapso puede ser memorable si añadimos la demanda justificada y la inducida por la alarma-pánico que se pueda ocasionar por la gripe A. Y será especialmente notable en aquellas zonas menos dotadas de recursos: médicos y enfermeros de centros de salud (atenderán la mayor parte de los casos) y camas hospitalarias (ingreso de pacientes complicados)." (Juan Simó. Plataforma 10 minutos)
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