Hablan y hablan. Pero ¿acaso piensan? Woody Allen ya lo había dicho: "La vocación de un político de carrera es hacer de cada solución un problema".] Por si había alguna duda, ahora se sabe que el cerebro de los políticos destaca por no ser muy racional (Drew Western, " The Brain Politics: the role of emotion in the life of the nation". )
Ya hay bases científicas para empezar a explicar mejor la "conjura de los necios". Probablemente es esto lo que ha llevado a los sindicatos de clase a firmar algo con un individuo, al que nadie que le conozca le daría la espalda. Es el caso del llamado pacto de los horarios en primaria, pacto que el propio creador, el ínclito letrado José María, dice que está "en moratoria" y que ni se habla de él. O sea que además de tener la cara bien dura ha convertido el pacto en parto y el parto en aborto. Pues va a tener razón el Sr Western con lo de la irracionalidad del cerebro político. ¡Y eso explica que cuanto más incompetentes más ascienden !.
Entonces, ¿quien manda a los coordinadores a ir presionando a los profesionales del ICS para que digan como quieren pasar por el aro?. Es fuerte que el mismo que impone, que firma y que manda presionar -hasta el punto que se ha llegado a la coacción mafiosa- dice que lo firmado es papel mojado, vamos : otro socavón de celulosa, y con tantos que generan estos irracionales se podría salvar el bosque de la Amazonia.
¿Que lleva a los sindicatos, excepto al sindicato de médicos, a firmar esa recapitulación con este injerto de coliflor estirada con teléfono móvil, que parece estar por encima del bien y del mal?. : Los intereses de cada cual.
Por suerte o por desgracia, los médicos quedamos ahora al amparo de lo que pueda hacer el Sindicato de Médicos, de su habilidad para unir a este colectivo tan heterogéneo y disperso. Tarea difícil, que requiere pisar menos moqueta; pero es en ellas donde se fragua el futuro. Continuará.
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