La Audiencia de Madrid retira la referencia a "mala praxis" en el Severo Ochoa.
La persecución para el médico Luis Montes y su equipo arrancó el 11 de marzo de 2005, cuando el entonces consejero de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, dio crédito a una denuncia anónima que relataba 400 homicidios en urgencias. Lamela decidió relevar a Montes y avanzar en la investigación de las muertes.
Pese a que todas las evidencias iban en contra de esa denuncia, el susodicho Lamela (no es lo mismo que Lámela), siguió adelante con su particular persecución con el aplauso de la Presidenta de la Comunidad de Madrid (la misma que en su época de ministra de cultura del PP, no sabía quién era Saramago) y de la cúpula de su partido, Rajoy incluido.
Ahora, pasado el tiempo, y con la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que ha ratificado en un auto el sobreseimiento y archivo del caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés, falta saber como se reparará el daño que estos gestores y políticos han hecho a la sanidad pública y a los médicos a los que acusaron falsamente.
Puede esperarse, con los antecedentes que tenemos, que el tal Lamela sea ascendido y que su partido diga que acata la sentencia pero no la comparte porque el juez es zapatista.
Por si acaso, voy a poner una vela a San José María "El Tempranillo", no sea que el el tal Lamela hable catalán en la intimidad y pueda ocupar un cargo en el ICS. Puede que sea descabellado, pero no imposible.
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