A la administración no le interesa regularlo, ya que así se evita dolores de cabeza con la industria farmacéutica y además no le importa que el paciente pague por algo que a ella no le cuesta nada.
Cuando el paciente te pide opinión sobre productos de los que no hay información:
No solamente tenemos disponibles miles de medicamentos autorizados para multitud de procesos, también disponemos de miles de "productos", que no son medicamentos, pero que se recomiendan en numerosas consultas médicas y oficinas de farmacia. Casi siempre, estos últimos, van dirigidos a entidades que no tienen un tratamiento estandarizado eficaz, eso cada vez más difícil de encontrar como son los ensayos clínicos de calidad que aportan luz a la ignorancia terapéutica. Y a veces, en muchas consultas, parece que tiene el mismo valor recomendar un medicamento bien evaluado que un "producto" de esos que no vienen en la base de datos del CIMA -Centro de Información online de Medicamentos - de la AEMPS.
Las miodesopsias son una frecuente, y a veces, molesta condición. No hay ningún tratamiento conocido eficaz. Sin embargo, productos como Vitreoclar se están recomendando para estos síntomas. Los fabricantes, con gran habilidad, no ponen en la "ficha técnica" que este producto esté indicado para este problema, sino para la "nutrición del vítreo" a 14,25 euros.
Si el paciente me pide mi opinión, le digo que no hay información científica disponible, que la "ficha técnica" del producto no dice para qué vale y si se ha demostrado su eficacia.
Para los pacientes, cada vez es más difícil distinguir si lo que se recomienda en una consulta médica es algo eficaz y contrastado o un producto cercano a ese mundo de palabras vacías pseudocientíficas cada vez más extendido.
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