Debemos alegrarnos de tener que votar esta navidad. Podría ser peor, y que además de tomarnos el pelo durante cuatro o cuarenta años, no nos dejaran votar.
Podremos estrenar año con nuevo gobierno, y a los pocos días pedir a los reyes (los magos, por supuesto), que nos lo cambie.
Nadie nos va a quitar estos años de recortes y sufrimiento, por ellos y para ellos :
- de los que dijeron que la sanidad, la educación y las pensiones eran intocables.
- de los que han usado las banderas, ambas, para torearnos.
- de los que se han llevado el dinero de todos, en las 17 Españas, y no nos lo van a devolver.
- de los que prometen unas cosas y hacen otras, que casualmente siempre perjudican a los mismos.
- de los que corrompen todo lo que tocan, que es TODO.
- de los que van a por la cultura porque les interesa un país de analfabetos.
- de los que nos bajan la luz para que paguemos más.
- de los que echan a le gente de sus casas y las regalan a los bancos.
- de los que torturan a los animales porque piensan que su vida les pertenece.
- de los que ponen a los jueces para seguir robando sin que la justicia les toque.
Por esto, y muchas cosas más, quiero recordar a los Santos Inocentes, que son los que tienen poca memoria y no se acuerdan de que ya hemos puesto la otra mejilla muchas veces, que ahora toca hacer memoria y botarlos.
Probablemente es verdad que si votar sirviera de algo, estaría prohibido; pero va a ser difícil que sirva de algo si no se toma el poder y se cambia con los votos.
Bota o vota, o no votes; pero recuerda.
Tu voto es un arma cargada de futuro.
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